Las cuerdas concretas de la amistad – Emy Díaz.
Despacio, inicio una búsqueda con los pulmones llenos de olas de mar, hurgando en la profundidad de los tiempos. Repaso los exilios, los últimos respiros, las cartas, de San Remo a Marsella. Entre tránsitos geográficos, los recuerdos también son recovecos literarios. Como acto filosófico, estudio las relaciones, los ritmos de las cuerdas, los viajes, la amistad y los silencios.
A veces nos falta el aire, mientras que en otras lo respiramos todo. Tal vez después de haberse llevado un pedazo de todo, un jueves por la tarde, el 4 de diciembre de 1975[1], ciento veinte horas después de terminar con dificultad “La Voluntad”[2], Hannah murió. Como recuerda en el prefacio del libro La vida del Espíritu, su gran amiga y novelista Mary McCarthy[3], albacea de la filósofa alemana. Arendt había sufrido en 1974[4] un golpe en su salud, concretamente un ataque al corazón, después de dictar en la primavera de 1972 su conferencia inicial sobre La Voluntad, en la Universidad de Aberdeen para las Gifford Lectures. Estas conferencias fueron organizadas por Adam Gifford en Inglaterra, para “promover y difundir el estudio de la Teología Natural en el sentido más amplio del término (…)”[5].
En este escenario, antes de comenzar su primera conferencia sobre La vida del espíritu, Arendt (2012) mencionó que en cierta medida el título sonaba pretencioso y que hablar sobre el pensamiento le parecía tan presuntuoso que era necesaria una justificación, más que una disculpa. Afirmó que el tema en sí no es lo que necesita justificación alguna, y menos en el marco de las Gifford Lectures, lo que le preocupaba era arriesgarse, dado que no pretendía ser una «filósofa», ni ser parte de la lista entre los que Kant llamó, con ironía, “Denker von Gewerbe”[6] es decir pensadores profesionales. La autora confirmó que había abandonado la seguridad relativa de la ciencia y de la teoría política, para abordar estos temas tan temibles, los temas relacionados con la vida y el espíritu.
¿Existe algo más temible para los seres humanos que reflexionar filosóficamente sobre la vida?
¿Existe algo más temible para los seres humanos que reflexionar filosóficamente sobre la vida?
Después de dar la primera sesión de la conferencia sobre La Voluntad, Hannah enfrentó las sensaciones del flujo de sangre de su corazón al ritmo de su mal cardíaco. Como recordó Mary McCarthy[7], estuvo algunos días con oxígeno en la sala del hospital de Aberdeen, días en los que no se privó de requerir a su amiga editora, que continúe con la revisión de varios fragmentos de su último manuscrito[8]. Entre lápices y oxígeno, la amistad de estas dos mujeres jugaba en torno a lo sagrado de la edición y el vértigo de la traducción. Lo íntimo de este encuentro oscilaba en la labor de McCarthy para traducir del alemán al inglés, ciertas ideas, solventando las diferencias culturales y las dificultades naturales que Arendt profesaba por el inglés de Estados Unidos. Después de escribir, venía un segundo momento donde lo que ella había denominado irónicamente como Englishling[9], esa tarea quedaba en manos de sus editores a través de su guía.
Pasados los treinta y cinco años, como exiliada, se había impuesto a sí misma escribir en inglés, aunque nunca se sintió cómoda con este idioma, ni siquiera como lengua hablada, como sí en cambio se había sentido a gusto con el francés. Se irritaba con la lengua inglesa y sus normas desconcertantes y misteriosas. (Arendt, 2012)
Según una carta que escribió Arendt a Scholem[10] el 17 de octubre de 1941[11], Walter Benjamin había sentido una incomodidad cercana con el inglés, que se mezclaba con el horror que le provocaba la idea de cruzar desde Francia a Estados Unidos. En esta comunicación epistolar, ella compartía algunas sensaciones y detalles de su amistad con Benjamin, trescientos ochenta y ocho días después de su muerte. Es más, recordó que en la primavera de 1940 después de presentarse en el consulado estadounidense, las autoridades les dijeron claramente que debían esperar de dos a diez años para entrar en la cuota anual de alemanes que podían ser aceptados en ese país. Con el malestar que esto representó para los dos, iniciaron sus clases de inglés. Solo Benjamin se las tomó en serio, “El único deseo de Benji, fue aprender inglés a tal punto que llegó a decir que no le gustaba para nada”[12]. Según cuenta Arendt en esta carta, el horror que sentía Benji frente a su viaje a América, era indescriptible, y ya en esos años precedentes había dicho a varios amigos que prefería una vida breve en Francia, que una larga en América.
A pesar de los océanos que dividían sus espíritus, según Mary McCarthy[13]su mente estaba en algunos aspectos muy próxima a la de Hannah, un hecho que Arendt a menudo señalaba cuando la misma idea se les ocurría a cada una por separado. Sobre esta relación McCarthy dijo que las coincidencias mentales sucedían aún “mientras un océano, el Atlántico, se extendía entre ellas.”[14] La labor más profunda que Mary hizo para la filósofa alemana, fue preparar sus manuscritos para ser publicados después de su muerte. Así, lo que implica la amistad es tener el coraje de respetar los significados y símbolos que constituyen la experiencia vital de nuestros amigos, mantener intacta la oscuridad y dibujar con luces y sombras las palabras que comparten voluntariamente, siempre con el velo de mantener bajo llave los silencios. Lo que en su caso sería domar la libertad que tenía frente a un texto sin su autora presente, sin embargo, lo que supone la amistad profunda también son los límites, de la misma manera que el amor sobrevive de acuerdos.
la amistad es tener el coraje de respetar los significados y símbolos que constituyen la experiencia vital de nuestros amigos, mantener intacta la oscuridad y dibujar con luces y sombras las palabras que comparten voluntariamente, siempre con el velo de mantener bajo llave los silencios.
Con relación a los conocimientos concretos y el peligro de la traducción, que podría tornarse abismo carnívoro o un círculo de conocimiento natural, desde una mirada cercana a la historia Benjamin escribió que: “Las traducciones que no son meros instrumentos de transmisión nacen cuando una obra, en el transcurso de su supervivencia ha alcanzado la edad de su fama.”[15]Según Arendt (1958)[16], Benjamin había identificado ya desde su ensayo del Origen del drama barroco alemán[17], el concepto de un “fenómeno originario, como una forma que es posible exhibir concretamente, y bajo la cual una idea continúa a enfrentarse con el mundo histórico, hasta que esta no esté allí completa, en la totalidad de su historia”.[18]Según la autora de aquí emerge el concepto de autenticidad de Benjamin y se conecta directamente con su experiencia con la Historia del Arte y la Filología, efectivamente él llamaba a la ciencia del origen como la Historia Filosófica. De hecho, Benjamin en su libro sobre la Tarea del traductor[19] en 1923 afirmó que:
Es evidente que una traducción, por buena que sea, jamás podrá́ significar algo para el original. No obstante, está íntimamente relacionada con este mediante su traducibilidad. Más aun, esta relación es tanto más íntima cuanto que ya no significa nada para el original. Se la puede llamar natural, y con más precisión, una relación de la vida. Tal como las manifestaciones de la vida están profundamente relacionadas con lo vivo sin significar nada para ello, así́, la traducción procede del original, aunque no tanto de su vida, sino de su supervivencia. (Benjamin, 1923, como se citó en Dámaso, 1996, pp.336)
Así, la traducción en tanto mueve la circulación del conocimiento es muy cercana en su morfología a los procesos de las estructuras de la amistad. En el campo de los afectos y las relaciones perdurables, se tejen posibilidades de entendimiento y aceptación de las diferencias culturales, cuando se desmontan los miedos y fluye la aceptación. Este movimiento muestra también lo feo, lo incómodo y la oscuridad del humano. A veces llega a un buen término en una integración particular de los afectos, que a través de varios sentimientos hacen perdurable la gestión de los disensos, mientras que, en otras ocasiones, simplemente son plagios de ideas y juicios.
En esta línea de aceptar la idea que una amistad no se construye pensando en el otro, que no es una puesta en escena para satisfacer las expectativas, sino una muestra pragmática de facetas concretas de uno mismo, ayuda recordar que tanto la obra de arte como la obra literaria no están hechas, como arguye Benjamin, para un receptor ideal. De hecho, este no existe. En esta línea él afirmó que:
El arte también presupone aquella naturaleza física y espiritual; pero ninguna obra de arte presupone la atención del ser humano. Porque ningún poema está destinado al lector; ningún cuadro, a quien lo contempla; ninguna sinfonía, al auditorio. (Benjamin, 1923, como se citó en Dámaso, 1996, pp.335)
Schöttker & Wizisla (2018), señalan que Arendt sigue algunas ideas de Benjamin, relacionadas con la traducción y la creación de la fama cuando escribe que no habría “ningún tipo de fama póstuma para alguien que no hubiera obtenido primero el máximo reconocimiento”[20] y recuerda que “Benjamin habría sido apreciado por los mejores autores contemporáneos a él: de Hofmannsthal[21] a Brecht, así como de Adorno[22] a Scholem, su amigo de la juventud”[23]. Así mismo, los autores señalan que Arendt sostuvo la tesis de que Benjamin había fusionado filosofía y poesía en una unidad, con el argumento de su ensayo de la afinidad electiva, que sostenía la idea de que, a través de la crítica y el comentario, se garantiza la duración e inmortalidad de las obras. Con relación a los lazos afectivos y las relaciones de amistad, en la versión original del ensayo que Arendt preparó sobre Benjamin en 1967, en la primera parte titulada “El Jorobado”[24] comentó que:
La amistad con Brecht fue única porque representó el encuentro entre el mejor poeta alemán vivo y el mayor crítico de la época. Los dos (Benjamin y Brecht) eran conscientes de eso. -Brecht con la primera noticia de la muerte de Benjamin había dicho que se trataba de la primera verdadera pérdida infringida por Hitler a la literatura alemana.- Y es curioso y triste que la unicidad de este encuentro de los dos, nunca haya sido comprendida por sus dos viejos amigos, aún después cuando Brecht y Benjamin, ya habían muerto hace tiempo. (Arendt, 1967, como se citó en Schöttker, Detlev; Wizisla, Erdmut. pp.74)
Como afirma Arendt (1967), fue decisivo e importante para Benjamin haber encontrado en Brecht a un hombre de izquierda, con una extraordinaria inteligencia que estaba volcada a la realidad, tanto que cada una de sus ideas tomaba una forma concreta y precisa. Detalle que, según la filósofa alemana, es uno de los ejes del conflicto con Adorno, porque precisamente lo que él criticó de los últimos trabajos de Benjamin, fueron los contenidos pragmáticos. En tanto las consideraba características similares de la historia social de la época y que en lugar de enunciados vinculantes se evidenciaban enunciados metafóricos. Además, Arendt (1967) afirma que a Brecht y Benjamin les importaban las cosas concretas que son inmediatas y realmente demostrables. Se referían a cualquier cosa de singular que tiene dentro de sí un significado que se manifiesta a los sentidos. Ella explica que a los ojos de esta forma benjaminiana de pensar, extremadamente realista, la relación entre estructura y superestructura podría asumir un carácter metafórico, en el sentido preciso del término.
Estos tres filósofos jugaban ajedrez en su tiempo libre, más bien dicho en el tiempo que perseguían la libertad.
Es indudable la conexión entre el arte, la poesía y el conflicto, que pone sobre la mesa, algunos detalles de la amistad de Arendt con Benjamin y de él con Brecht. Estos tres filósofos jugaban ajedrez en su tiempo libre, más bien dicho en el tiempo que perseguían la libertad. Hanna escribió ensayos, dictó conferencias y dejó varias comunicaciones epistolares con Benjamin, y llevó a cuestas presionar a toda costa y por todos los medios la publicación de las Tesis sobre la Historia y la obra de Benji. Brecht, entre tantas otras acciones de los afectos, en 1941[25] escribió un poema de cuatro versos sobre los momentos del ajedrez, las estrategias de Benjamin y la morfología de su amistad:
Cansar al otro era tu táctica preferida
en la mesa de ajedrez a la sombra del peral
el enemigo que te echó de tus libros
no se deja cansar por alguien como nosotros.
A veces las cuerdas se tensan e inician a vibrar en un gélido respiro que recorre las venas. Se siente el momento pleno en el cuerpo, desaparece la ansiedad y llega el final. Así, en enero de 1940 según cuenta Arendt (1941) en su carta a Scholem, un joven amigo que Benjamin hizo en el campo de concentración se suicidó. Desde este hecho en adelante, el filósofo alemán inició su reflexión sobre el suicidio. Cada vez que lo analizaba con Hannah, defendía con apasionada vehemencia la decisión del joven. Después del 22 de junio de 1940, las partidas de ajedrez con Arendt se tornaron reflexiones sobre la vida, donde después de la noticia del armisticio de extradición[26]las primeras noticias sobre suicidios alemanes se empezaron a escuchar continuamente. Así, Benjamin contempló el suicidio como posible vía de escape. De ahí en adelante, aun cuando se encontraron en septiembre en Marsella, para retirar sus visas de salida, aquello era un tema recurrente.
Que camino inexorable es conocerse, identificar errores, construir amistad. Construir relaciones carga con la pesada responsabilidad de aceptar la oscuridad de ser humanos. Arendt (1968) recuerda que Adorno y Scholem estaban sorprendentemente de acuerdo en remarcar la influencia negativa de la amistad de Brecht con Benjamin. Scholem habría querido reconducir a Benjamin a la metafísica y al judaísmo, mientras que Adorno quería conducirlo a la verdadera dialéctica del marxismo. Los dos amigos de Benjamin estaban convencidos que por cualquier motivo incomprensible él había dejado de pensar, según ellos, de manera profunda. Scholem lo conectaba con el marxismo, mientras que Adorno con el vulgarmarxismo.
De esto surge una urgencia para los casos de amistad, ocuparse de reconocer a los amigos para evitar que nos editen o hagan homenajes desde la calle más cercana a nuestros opuestos. Lo necesario será asegurar una morfología natural de la amistad que promueva la seguridad gramatical de nuestros pensamientos, que no insertarán verbos donde había antónimos. Ser conscientes que sus verbos están en las mismas cuerdas de nuestras conciencias, no son iguales, pero se mueven a un ritmo similar. Seguramente eso es la amistad, estar seguros que las disonancias conceptuales nunca transmutan en palabras del otro. La amistad será tener claro, como el agua, como las aguas mansas dulces, quienes son nuestros amigos. Solo serán aquellos que elegimos para caminar juntos, jugar ajedrez, perseguir la libertad, construir actos filosóficos y compartir nuestra oscuridad.
Bibliografía:
- Arendt, Hannah. (2012). La vida del espíritu. Ediciones Paidós: Barcelona
- Arendt, Hannah. (1968). Walter Benjamin. La versione originale del saggio su Benjamin (1968-71). En: Schöttker, Detlev; Wizisla, Erdmut. (2018). L’angelo della storia. Testi, lettere, documenti. Giuntina: Firenze.
- Benjamin, Walter. (2008). Opere complete. Vol I: Scritti 1906- 1922. Einaudi: Torino.
- Damaso. (1996). Teorías de la traducción: Antología de textos. Walter Benjamin, La Tarea del traductor. Ediciones de la Universidad de Castilla – La Mancha: Cuenca
- Kant, I. (1986). Crítica de la razón pura. Alfaguara: Madrid. Schöttker, Detlev; Wizisla, Erdmut. (2018). L’angelo della storia. Testi, lettere, documenti.
[1] Arendt, Hannah. (2012). La vida del espíritu. Ediciones Paidós: Barcelona
[2] Es la segunda sección de su libro La vida del espíritu.
[3] Escritora estadounidense, amiga de Hannah Arendt. “(Seattle, Washington , 1912 – Nueva York 1989). Después de graduarse de Vassar College en 1933, escribió críticas dramáticas para La nueva república, La nación y Partisan review. (…) La atención constante a los datos sociales caracteriza su producción heterogénea, desde libros de viajes (Venecia observada, 1956 y Las piedras de Florencia, 1959), hasta ensayos (La escritura en la pared, 1970; Ideas y la novela, 1981; Prosa ocasional: ensayos, 1985), a la polémica política (Vietnam, 1967; Hanói, 1968; La máscara del estado: retrato de Watergate, 1974). Su ficción, desde La compañía que ella guarda (1942) hasta Las arboledas de la academia (1952), desde Memorias de una niñez católica (1957) hasta la más conocida El grupo (1963) y de nuevo hasta Aves de América (1971), Caníbales y Misioneros (1979), Cómo crecí (1987), de inspiración predominantemente autobiográfica, se basan en una escritura que combina la lúcida intransigencia de la excavación con las sutilezas de la autoironía. En: Treccani. (3 de junio de 2023). Enciclopedia en línea. Mary McCarthy. https://www.treccani.it/enciclopedia/mary-mccarthy
[4] En: Arendt, Hannah. (2012). La vida del espíritu.
[5] Hasta el día de hoy este espacio académico ha recibido a varios personajes interesantes como: Noam Chomsky. Recuperado el 7 de julio del 2023. En: https://www.giffordlectures.org/
[6] Kant, I. (1986). Crítica de la razón pura. Alfaguara: Madrid.
[7] En: Arendt, Hannah. (2012). La vida del espíritu.
[8] Ibidem.
[9] Según Mary McCarthy explica acerca de la edición, que a Hannah como a cualquier persona que habla o escribe una lengua extranjera, se le dificultaba el uso de las preposiciones y encontrar el lugar natural de los adverbios, dado que no hay reglas en inglés. Solo una ley no escrita tiránica y amenazadora para un extranjero. En: Arendt, Hannah. (2012). La vida del espíritu. Ediciones Paidós: Barcelona
[10] Gerhard Gershom Scholem, amigo de Benjamin. “Hebraísta e historiador de las religiones. (Berlín 1897 – Jerusalén 1982). En Israel desde 1923 fue profesor en la Universidad Judía de Jerusalén (1933-65), Presidente de la Academia de Ciencias de Israel (1968-74). Fue uno de los principales eruditos de la cábala, de los movimientos místicos judíos y del movimiento sabateano. Entre sus obras: Alchemie und Kabbala (1927); Bibliografía Cabalística (1927); Principales tendencias en el misticismo judío (1941); gnosticismo judío, mística Merkabah y tradición talmúdica (1960); (…) Escribió una biografía de Walter Benjamin en 1965) y editó, con Adorno, la edición del Briefe ( 1966). En: Treccani. (7 de junio de 2023). Enciclopedia en línea. Scholem, Gershom Gerhard. https://www.treccani.it/enciclopedia/gershom-gerhard-scholem/
[11] Esta carta está en el material recopilado por Schöttker, Detlev; Wizisla, Erdmut. (2018). L’angelo della storia. Testi, lettere, documenti. Giuntina: Firenze.
[12] En: Schöttker, Detlev; Wizisla, Erdmut. (2018). L’angelo della storia. Testi, lettere, documenti. Giuntina: Firenze.
[13] En: Arendt, Hannah. (2012). La vida del espíritu. Ediciones Paidós: Barcelona
[14] Ibidem.
[15] Benjamin, Walter. (2008). Opere complete. Vol I: Scritti 1906- 1922. Einaudi: Torino.
[16] Arendt, Hannah. (1968). Walter Benjamin. La versione originale del saggio su Benjamin (1968-71). En: Schöttker, Detlev; Wizisla, Erdmut. (2018). L’angelo della storia. Testi, lettere, documenti. Giuntina: Firenze.
[17] Ibídem. Esta obra fue su tesis de habilitación a la docencia, de la cual fue rechazado.
[18] En: Schöttker, Detlev; Wizisla, Erdmut. (2018). L’angelo della storia. Testi, lettere, documenti.
[19] En: Damaso. (1996). Teorías de la traducción: Antología de textos. Ediciones de la Universidad de Castilla – La Mancha: Cuenca
[20] En: Schöttker, Detlev; Wizisla, Erdmut. (2018). L’angelo della storia. Testi, lettere, documenti.
[21] Hugo Von Hofmannsthal, “poeta austríaco (Viena 1874 – Rodaun, Viena, 1929). Debutó muy joven con poemas y breves dramas líricos (…), impregnados de una melancolía típicamente decadente. Entre sus obras: la reelaboración de las obras de Sófocles Elektra (1903) y Ödipus und die Sphinx (1906); los libretos, musicalizados por R. Strauss , Der Rosenkavalier (1911), Ariadne auf Naxos (1912); la comedia Der Schwirige (1921) y la tragedia Der Turm (1923).” En: Treccani. (7 de junio de 2023). Enciclopedia en línea. Hugo Von Hofmannsthal. https://www.treccani.it/enciclopedia/hugo-von-hofmannsthal/
[22] Theodor Wiesengrund Adorno, amigo de Benjamin. Filósofo alemán (Fráncfort del Meno 1903 – Valais, Suiza 1969). Fue uno de los principales exponentes de la escuela de Frankfurt . En su pensamiento -caracterizado por la crítica a la Ilustración y la ciencia moderna- se entrelazan diferentes influencias, como las de Hegel, Marx, Husserl y Freud. https://www.treccani.it/enciclopedia/theodor-wiesengrund-adorno/
[23] En: Schöttker, Detlev; Wizisla, Erdmut. (2018). L’angelo della storia. Testi, lettere, documenti.
[24] En: Schöttker, Detlev; Wizisla, Erdmut. (2018). L’angelo della storia. Testi, lettere, documenti.
[25] Ibidem.
[26] El 22 de junio de 1940, el gobierno francés además de abolir el derecho al asilo y a liberar prisioneros de guerra alemanes y civiles alemanes, extraditará bajo pedido de Alemania, todos los ciudadanos alemanes que se encuentren en Francia o en zonas de competencia francesas. En: Schöttker, Detlev; Wizisla, Erdmut. (2018). L’angelo della storia. Testi, lettere, documenti. Giuntina: Firenze.