¿Con que derecho nos permitimos festejar ante una realidad tan fea?
Presentación de la Edición N° 4 de MUNDANA Revista de Filosofía, realizada el 21 de noviembre de 2024, día internacional de la filosofía, en la Biblioteca Municipal Daniel Córdova Toral.
Por: Diego Vintimilla Jarrín
habrá que hacer uso de la gran posibilidad de pensar en español, para responder que NO, que la realidad no es fea, que tan solo está fea, muy fea, pero como estado y no como condición perpetua.
Buenas noches con todas y todos
¿Con que derecho nos permitimos festejar ante una realidad tan fea?
Seguramente no es un sentimiento exclusivo. Y, aunque con eso tampoco pretendo que el mal de muchos sea el bobo consuelo; cada día procuro encontrar el adjetivo preciso para caracterizar la realidad que me embiste: kafkiano, orwelliano, distópico, ucrónico. El absurdo, la “absurdidez” o “absurdidad” del mundo parece ser infinita, extrema, radical, pero sobre todo concreta, objetiva y, en tal sentido, lacerante.
Si tendríamos que hacer un listado de los acontecimientos de nuestros tiempos y triarlos entre buenos o malos; a priori, la columna de los “malos” es mucho más extensa. Tal como decía Benjamin; el estado de excepción se ha vuelto permanente y lo absurdo se ha vuelto cotidiano a tal punto que cuando decimos “realidad” bien podría establecerse una sinónima con “sin sentido”.
al parecer la humanidad no ha logrado aún llevar a buen puerto el bote de las buenas intenciones y más bien parecería que nuestro empeño civilizatorio es avanzar “sin miedo al éxito” directamente a la barbarie.
No puedo evitar recordar la frase “vamos a salir mejores” que nos recitábamos permanentemente durante la pandemia como forma de hacer del problema un origen de la virtud venidera. Sin embargo, tomando la frase en retrospectiva, al parecer la humanidad no ha logrado aún llevar a buen puerto el bote de las buenas intenciones y más bien parecería que nuestro empeño civilizatorio es avanzar “sin miedo al éxito” directamente a la barbarie.
Y, sin embargo, ¿Cuál es el motivo que encontramos para pensar que podría ser diferente? ¿Acaso el posmodernismo no se empeñó en demostrar que con el fin de los metarrelatos no se llevó consigo también la fe, la esperanza, la convicción, la creencia y la sensación de posibilidad plena de las utopías?
Aunque la referencia histórica aún sigue en debate, la realidad presente me trae la imagen de aquel Nerón tocando la lira ante el incendio de Roma y asalta una interpelación: ¿No somos acaso una versión colectiva de Nerones del siglo XXI, observando como las llamas consumen nuestros páramos, o como el fuego arrasa con Palestina, o cada uno de esos episodios que pusimos en nuestra lista anterior?
Y aunque la pregunta martilla cada fibra del ser; habrá que hacer uso de la gran posibilidad de pensar en español, para responder que NO, que la realidad no es fea, que tan solo está fea, muy fea, pero como estado y no como condición perpetua.
Y esto, precisamente, fue la conclusión a la que pude llegar después de leer cada uno de los artículos de la presente edición 4 de MUNDANA. Latinoamérica: rupturas y alternativas filosóficas desde el sur. Porque, lejos de los lugares comunes que nos han dicho que hay que ser resilientes y todo ese mindfulness criollo, hay algo cierto: nuestra región ontológicamente se fundo desde una ruptura y como dirá Foucault, todo poder tiene una resistencia, y la filosofía en español y más precisamente la filosofía de esta región es una filosofía de resistencia.
La resistencia es felicidad y ser felices es demasiado motivo como para no celebrarlo, aunque aún quede mucho por hacer, por pensar, por escribir, por amar, por soñar.
Y la resistencia no puede ser sino rebelarse contra el mandato de que no hay salida, o como dijo la Tatcher: “no hay alternativa”. Y el ser que se rebela es el ser que cree que es posible, y quien cree que algo es posible se empeña, y esa dedicación lo estimula, y el estímulo lo despierta, en esa vigilia reconoce que vive y en tanto que vive debe construir sentido a la vida y ese sentido, bien podríamos llamarlo felicidad. La resistencia es felicidad y ser felices es demasiado motivo como para no celebrarlo, aunque aún quede mucho por hacer, por pensar, por escribir, por amar, por soñar.
Desde hoy, la historia de MUNDANA Revista de Filosofía ya se puede contar por años. Porque hace un año lanzábamos el primer número y hoy celebramos la cuarta publicación de la revista y el segundo del periódico que marcan una relación necesaria entre resistir y celebrar, como dos de los actos en los que el logos, por si solo resulta insuficientes y requieren de activar otras formas de cognoscibilidad sensible y de sensibilidad consciente.
En concreto, respecto al n° 4 de la revista, es importante, agradecer profundamente y felicitar el trabajo de Daniela Samaniego, nuestra artista invitada para la parte gráfica de esta edición, quien ha sabido capturar el espíritu de cada uno de los artículos en una selección de fotografías que hacen un maridaje formidable y que pueden apreciar en la revista y en las paredes de esta sala.
En cuanto a los contenidos: Si me pidieran resumir la revista, en una palabra, esta sería memoria. En tanto que aborda esta categoría por encima del mero acto de recordar, sino como un acto ético y una respuesta estética y un gesto político, que como podrán leer refleja una historia de una región que resiste al olvido en lo metafórico y en lo real.
Macario: Nos habla sobre la estética del ethos barroco echeverriano para lidiar con el capitalismo contemporáneo, apelando al gozo improductivo como forma de resistencia, una especie de confesión gozosa de reivindicación del derecho a la pereza; lo que se enlaza con el artículo: “Articulaciones de la memoria histórico de Ana Cecilia Salazar que abordar una tipología de las memorias en la región, memorias efímeras, incómodas, irredentas y memorias en resistencia e imprescindibles como herramientas emancipatorias. Por su parte, Antonia Coronel, analiza críticamente la performatividad de la construcción de las razas en el sistema educativo en el siglo pasado para proponer un nuevo enfoque ontológico que se aparte de los patrones discriminatorios y racistas. Lucía López para revista sobre las dinámicas de apropiación culturas y los procesos de mercantilización de los sabres y prácticas ancestrales en las actividades de turismo new Age y las búsquedas comerciales de lugar energéticos. El Dossier concluye con dos textos teóricos: El de Arián Rodríguez que estudia la “llegada” de Hegel a nuestro continente y propone una reinterpretación de su obra como alternativa para nuevas formas de comprender el Estado y finalmente, a modo de conmemoración del primer aniversario de la muerte de Enrique Dussel, Marco Ambrosi toma Modernidad y colonialidad como un continuum político funcional al sometimiento que ha vivido la región y dará pautas para una transmodernidad que afirme la vida y las identidades de nuestro continente.
En la sección de columnas, J. Barish escribe: Poder y violencia en América Latina: un análisis filosófico de La fiesta del Chivo, donde reflexiona sobre la violencia a partir de la obra de Vargas Llosa. Carla Ramos: Recordar para existir: Reflexiones desde la Filosofía Ch’ixi, que estudia la filosofía de la complejidad para una comprensión de lo mestizo no como imposición y el reconocimiento identitario de América Latina. Emy Díaz: analiza la hegemonía desde los Bourdieu y Mouffe y las alternativas a las relaciones de subordinación. Por su parte, Lala Sotomayor relata las experiencias prácticas de la gestión cultural como forma de encontrar las diferentes expresiones culturales. Sebastián Ávila toca un tema coyuntural del borrado histórico implícito en la pretensión de cambiar el nombre de la calle Che Guevara en la vecina ciudad de Azogues. Valentina Schutze, interpela la visión asistencialista e infantilizada con la que occidente caricaturiza a lo indígena, incluso cuando viene de colectivos ecologistas liberales. Las columnas culminan, de igual forma con dos textos teóricos: Carlos Quizhpe que desarrolla la propuesta de ecosofía de Felix Guattari, explorando nuevas formas sostenibles de convivencia y existencia humana; y, Alicia Martínez que conjuga la propuesta del Ángel de la Historia de Walter Benjamin con el Ethos Barroco de Bolívar Echeverría.
Como corolario, la entrevista que Diego Jadán Realiza a la filósofa argentina, seguidora de Echeverría, Ángeles Smart, donde conversan sobre los dilemas, desafíos, rupturas y alternativas de y desde la filosofía latinoamericana.
Por ello, los animo a leer, la Revista.
Respecto al periódico Los Tiempo Mundanos, que puede circular de forma impresa gracias al apoyo de Martín Sánchez, Presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Azuay, solamente hago una pequeña referencia en tanto que seleccionó la fiesta como tema central de este número, precisamente para rendir homenaje al día de la filosofía y porque en la celebración del acto de reunirnos, de congregar voluntades por algo, en apariencia tan en desuso como la filosofía, es motivo suficiente para festejar,
Quisiera terminar esta presentación, agradeciendo al equipo de MUNDANA, Consejo Editorial, Comunicación, equipo gráfico, columnistas y articulistas, a la Dani, nuevamente por la colaboración, a Ana Cecilia y Catalina y a toda la gente que hace posible que pensar la filosofía sea una fiesta de resistencia, un Yuyai Raymi como se diría en quichua. Festejar que podemos hacer del pensamiento un gozoso freno de emergencia contra el acelerado y frenético curso al despeñadero de la modernidad occidental patriarcal y colonialista.
Como dice el cantor Ismael Serrano:
Hoy es la ocasión de celebrar
Que aún no hemos perdido la partida
Hoy será nuestra felicidad
Un último acto de rebeldía
¡Que la filosofía siempre nos encuentre!