Algunos temas que no deberían dejarnos dormir
La selección reproductiva en los procesos de Reproducción Asistida.
Por: Brenda Espinoza Gárate
Reflexionar sobre la biotecnología nos lleva a plantearnos cómo desde esta perspectiva la provocación de nacimientos no solo implica la adopción de nuevos valores políticos
El análisis de los embriones o la compatibilidad genética de quienes aportan el esperma, óvulos, o los criterios establecidos para la selección o aceptación de la donante son algunas de las prácticas eugenésicas destinadas a la selección reproductiva. Los diagnósticos preimplantacionales son uno de los mecanismos empleados para la obtención de información genética que determina la validez o la invalidez de un óvulo o un embrión (Lafuente, 2021, p.63).
Reflexionar sobre la biotecnología nos lleva a plantearnos cómo desde esta perspectiva la provocación de nacimientos no solo implica la adopción de nuevos valores políticos, pues la discusión alrededor de las tecnologías de reproducción asistida nos podría trasladar a revisar cómo la investigación genética por ejemplo va de la mano de una priorización, elección, selección, simulación de lo humano.
En concreto la relación de las biotecnologías, nos ha remitido a la relación entre el asistencialismo y lo político para aterrizar en la relación que existe entre el contexto social, económico e histórico de lo reproductivo. Relación en la que existen consecuencias cuyo efecto ha sido introducido debido a la evolución de las biotecnologías como lo es, la controvertida “implantación” (Pavone, 2007, p. 82).
La normalización de los diagnósticos genéticos pre-implantación estaría vinculada con el hecho de desechar de forma rutinaria los embriones con tales cargas genéticas. Esto conlleva, de facto, la selección de embriones que cuadren en el esquema binario XX/XY del denominado sexo cromosómico, que, si bien se nos presupone a las personas cis, es raramente contrastado y sabemos que convive con una serie de variantes (XXY, XO, XXX) (Lafuente, 2021, p.64).
Este debate no se centra en el estatus moral del embrión, mucho menos en la licitud de la selección pues se trata más bien de establecer un escenario de politización de lo reproductivo en medio de una era de nuevas tecnologías. Así el identificar las predisposiciones existentes detrás de estos procesos permiten estimular el análisis alrededor de las expectativas de “progreso” terapéutico que ofrece la biotecnologización de la reproducción. Estas expectativas han estado ligadas a elementos étnicos,[1] nacionalistas, raciales y de género. Lo complejo y lo nuevo de este debate es el fenómeno de “biopolítica de las identidades” como ese proceso en el que interaccionan elementos de selección genética y biológica ligados a defender la incorporación de una identidad (Pavone, 2007, p.84).
En búsqueda de una interpretación o explicación de esa idea sobre una identidad, Sarah Franklin invita a pensar en primera instancia en la presuposición de un modelo supuestamente universal por ejemplo un “we men” (Franklin, 2011, p. 69). Esa categoría del “nosotros” es el punto de partida de la exclusión, pero en lo que insiste Franklin es en que al ubicarse en esa limitada posición lo que cabe preguntarse es si la tecnología es en la actualidad una especie de fuerza intermediadora que desmiente la distinción entre humanos o intenta aproximarse a una homogenización como una nueva forma de hacer ciudadanía (Franklin, 2011, p. 71).
En este caso lo que Sarah Franklin plantea es que, si en términos de lo biotecnológico se reproduce o se produce una identidad. Al usar la figura de Dolly para explicar el control biológico permite evaluar cómo esa doble vía de acción de la biotecnología intenta imponer a algunos cuerpos determinadas características identificadas como “más humanas” (Franklin, 2011, p.85), nociones que vuelven a la idea de lo racional, el higienismo, al capacitismo, la `normalidad´, etcétera.
And we might add that using Dolly as a figurative doppelganger is merely once again to impose on animal bodies the burden of human wants (Franklin, 2011, p.85)
Es así que las técnicas de reproducción asistida se extienden en una multitud de prácticas adicionales, que pueden ser utilizadas realmente como procesos de selección. Por ello hablar de la connotación que tienen los procesos de biotecnologización en la reproducción asistida nos permiten visualizar lo resbaladizo que resulta el concepto en sí mismo como una esperanza (asistencia) cuando lleva implícita verdaderamente una agenda eugenésica (Ginsburg & Rapp, 1991, p.313).
A estos análisis genéticos muy específicos para un perfil de población con enfermedades genéticas graves en la familia, se le ha sumado un creciente número de test genéticos que cuentan con regulaciones muy disímiles en Europa, siendo el Estado español uno de los que más test realiza. Con las mejoras en criopreservación, además, el número de test realizados a los embriones de forma rutinaria ha aumentado (sobre todo, relacionados con el aumento de riesgo genético asociado al aumento de edad reproductiva) (Lafuente, 2021, p.63).
La idea central que me gustaría extraer es la de que, los criterios estrictos establecidos en los procesos de reproducción asistida, como la compatibilidad genética, el análisis para la estimulación ovárica, el cribado genético o análisis de enfermedades hereditarias resulta un considerable trabajo de organización y selección social.
Dentro de los diagnósticos genéticos preimplantación que se hacen a los embriones, hay muchos tipos y usos: estos análisis obtienen información genética del embrión, lo que permite en abstracto seleccionar los embriones deseados y desechar los considerados no válidos (Lafuente, 2021, pp. 62-63).
Los análisis genéticos establecidos como parte de los procedimientos de donación de óvulos, extienden las prácticas de selección reproductiva. Hablar sobre técnicas de selección reproductiva nos lleva a digerir cómo la atención de la reproducción puede extenderse en un escenario que supera el evaluar el problema existente detrás de la categorización biológica de la maternidad y la subjetivización de las mujeres. Es más obvio ese análisis de las actividades cotidianas y la peculiar relación con las relaciones de poder cuando introducimos en ese mismo análisis de las relaciones y decisiones reproductivos sus implicaciones políticas globales, locales e íntimas.
El diagnóstico de la discapacidad es uno de los primeros ejemplos de esa preocupación por la perfección corporal, la fantasía del mercado por lo incomparable, el romance que esa ciencia reproductiva propone a la fragilidad humana.
Such studies also reveal the American cultural preoccupation with bodily perfection, the fantasy of children as flawless commodities, and the romance of science as conquering human frailty […] In India, the overwhelming concern with population control has led to sterilization abuse (274), and the preference for male children has linked the use of amniocentesis to female feticide […](Ginsburg & Rapp, 1991, p.315).
Esa preocupación por lo saludable, lo perfecto no solo se traduce en la categorización de lxs[2] niñxs en mercancías impecables, estéticas y bellas. Si no, como hemos mencionado hasta aquí son el esfuerzo por sostener categorías raciales y de clase a través del control de la reproducción. Por ejemplo:
in tum-of-the-century England, government reformers despairing over the health condition of recruits sent to the Boer War castigated, reeducated, and gave social supports to working-class mothers to ensure that their sons would provide high-quality «cannon fodder.»(Ginsburg & Rapp, 1991, p.316).
Finalmente, qué pasa en contextos como el Sur Global cuyo proceso histórico de dominación y subordinación ha estado acompañado de una situación en la que el control y la dominación ha estado siempre presente en la reproducción; luego del momento en sí mismo del proceso de colonia en el que las nociones de superioridad occidental reconfiguraron las categorías raciales con la legitimación de lo “mestizo” están los rezagos de colonialidad cuyo énfasis se encuentra en las olas de expansión judeocristiana con el ascenso de la derecha como una política de segregación y selección que intervienen en la profundización de las comunidades marginales y la idea de Estado- Nación.
Referencias
- Franklin, S. (2011). Future Mix: Remodelling Biological Futures. Humanimalia , No2, 67–89.
- Ginsburg, F., & Rapp, R. (1991). THE POLITICS OF REPRODUCTION. In Annu. Rev. Anthropol (Vol. 20). www.annualreviews.org
- Lafuente, S. (2021). Mercados reproductivos crisis deseo y desigualdad (Katakrak).
- Pavone, V. (2007). Biotecnologías y cambio social: ¿derecho a la salud o derecho a estar sanos? Ingeniería genética, biomedicalización y elección individual. Revista Administración y Ciudadanía, 2, 76–98.
Notas
[1] Se hace uso del término etnia de manera intencional pese a las críticas que como autora de este trabajo pueda desarrollar, pues no es accidental que el abordaje de la biotecnología y la selección genética abarque una idea de homogenización de lo cultural, como un concepto de origen occidental y colonial clásico del término.
[2] El uso de la “x” ha sido empleada de manera intensional como autora de este texto, con plena conciencia de la argumentación semántica y dialógica que rodea al discurso previo de un análisis sobre el enunciado de un sujeto único. Por lo que sostengo que el abreviado “x” me permite considerar que el sujeto hablante con el que resulten identificarse quien me lee no se verá obligado a distinguir una categoría binaria, sino que se concentrará en las representaciones discursivas, en el sentido de todo el texto.
Imagen tomada de imfertilidad.com e intervenida digitalmente