Chantal Mouffe: filosofía política y democracia
Por: Emy Daniela Díaz
posiblemente la concepción del sujeto de lo inconsciente, se encuentra como núcleo en el conflicto de la identidad y el sujeto en lo político. En tanto puede ser un sujeto incompleto, que transita la ausencia, a veces el vacío, que no conoce su historia
Chantal Mouffe, como filósofa, teórica política, profesora y escritora ha recorrido a través de la investigación los complejos espacios transparentes y opacos de la transdisciplina. Las políticas, las universidades y las ciencias, han sido parte de su contexto permanente de trabajo. Entre América Latina y Europa, desde Bélgica a Buenos Aires, Mouffe ha creado viajes entre los pantanos, incluyendo aquellos que contienen las fronteras diluidas de diferentes áreas del conocimiento que transitan las cuerdas del pensamiento crítico y lo político.
Con este actuar transdisciplinar, humano y científico, se acercó en el 2012 desde la filosofía política y el posmarxismo, a la diversidad en las artes. Fue parte del proceso cultural que incluye artes escénicas y visuales del Festival de Artes: Kunstenfestivaldesarts[1] en donde desarrolló su trabajo sobre la política agonista y las prácticas artísticas. De esta experiencia propuso su reflexión sobre los artistas como intelectuales orgánicos. Según Mouffe (2014):
Reconocer la dimensión política de las intervenciones artísticas críticas de un modo agonista, supone desafiar la idea según la cual ser político significa ofrecer una crítica radical que requiere una ruptura total con el estado existente de las cosas. (…). Por la misma razón deberíamos criticar la visión según la cual el arte crítico solo puede consistir en manifestaciones de rechazo y debería ser la expresión de una negación absoluta, un testimonio de lo irremediable e irrepresentable, como lo formularían los defensores de lo sublime. Otro error frecuente consiste en concebir el arte crítico en términos morales, asignándole el rol de la condena moral.(…). En mi opinión, todas estas concepciones son antipolíticas, ya que no logran aprehender la naturaleza de la lucha política hegemónica. (p.109)
Recordemos que Chantal Mouffe (2014) propone un modelo agonista de democracia, con la intención de incluir los temas excluidos por los dos modelos racionalistas e individualistas de los principales enfoques de la teoría política democrática. Según la autora, el modelo agregativo considera que los actores políticos se mueven con el impulso de sus intereses, mientras que el modelo deliberativo, destaca el rol de la razón y la moral. Como consecuencia, estos modelos excluyen la importancia de las identidades colectivas y el papel central de los afectos. Así, en su modelo considera imposible comprender la política democrática sin reconocer a las pasiones como la fuerza motriz en el ámbito político.
Además, es importante conocer que Mouffe se acercó a la teorización y el análisis del rol de los afectos ya desde los años ochenta cuando se conectó con la Escuela Lacaniana Eslovena de Ljubljana. Así, integró junto a Laclau, el psicoanálisis de vertiente lacaniana en sus postulados teóricos sobre la crítica psicoanalítica al racionalismo. En esta línea como establece Barria Asenjo et.al (2022), a lo largo del tiempo se ha reconocido al psicoanálisis con cuatro áreas principales de aplicación que aparecieron de manera paulatina tras la búsqueda de la etiología de la neurosis: teoría del funcionamiento de la mente humana, método de tratamientos psíquicos, método de investigación y como una herramienta útil para analizar dilemas sociales, políticos y culturales.
Es en este contexto que Mouffe y Laclau integran el psicoanálisis como método de investigación en la filosofía política, inspirados también en la producción del esloveno Slavoj Zizek. Detalle que nos recuerda cuanto sigue vigente el debate del rol del psicoanálisis en la política y la educación, tanto como un método posible para analizar procesos socioculturales, como el conflicto de los sectores en contra que responden a una práctica ortodoxa de la clínica, que intenta controlar y administrar el campo psicoanalítico, así como el reino de la verdad y la falsedad, ahogándose en la confusión de la moral.
Finalmente como establece Martin (2016), Mouffe afirma que:
Uso el término pasiones para referirme a la dimensión afectiva que está en juego en las formas colectivas de identificación, una dimensión que la teoría política contemporánea se ha esforzado en eliminar de la política democrática. Desde mi punto de vista el principal defecto de la teoría política liberal democrática procede del racionalismo y del individualismo. He intentado en mi trabajo remediar esas deficiencias, desarrollando un enfoque alternativo que tome en cuenta el papel de la negatividad radical y use las ideas del psicoanálisis para comprender el modo en que las identidades políticas colectivas se construyen a través de procesos de identificación. (p.177)
De hecho, ya desde hace 25 años Chantal Mouffe (1999) afirmó lo siguiente:
El anhelo racionalista de una comunicación racional no distorsionada y de una unidad social basada en el consenso racional es profundamente antipolítica, porque ignora el lugar decisivo de las pasiones y los afectos en política. No se puede reducir la política a la racionalidad, precisamente porque la política indica los límites de la racionalidad. (p.160)
Para Mouffe el estudio de las emociones, los afectos y las pasiones van más allá del denominado giro afectivo de las ciencias, para ella los afectos están íntimamente ligados a las identificaciones. Esto incluye la urgencia de diferenciar la identidad de la identificación.
Así, posiblemente la concepción del sujeto de lo inconsciente, se encuentra como núcleo en el conflicto de la identidad y el sujeto en lo político. En tanto puede ser un sujeto incompleto, que transita la ausencia, a veces el vacío, que no conoce su historia, y que de manera inconsciente ha guardado en lugares reprimidos la información de su propia experiencia histórica, que también es parte de la historia social, política y cultural de su comunidad. Es decir, viaja y transita el no conocer. El conflicto de la distancia y la ausencia, es político.
Referencias:
- Barria Asenjo, N. et.al. (2022). La Escuela Eslovena, aportes y debates actuales: una
exploración desde una perspectiva latinoamericana. Revista Bajo Palabra, II Época No.32.
Universidad Autónoma de Madrid: España. - Martin, J. (2016). Una entrevista con Chantal Mouffe. Revista de la Academia, Volumen 22, Instituto de Humanidades: Montevideo.
- Mouffe. Ch. (1999) El retorno de lo político. Comunidad, ciudadanía, pluralismo y democracia radical. Paidós: Buenos Aires.
- Mouffe. Ch. (2014). Agonística. Pensar el mundo políticamente. Fondo de Cultura Económica de Argentina: Buenos Aires.
Notas
[1] Mouffe (2014) cuenta que en el 2012 recibió una invitación de Het Beschrijf y Passa Porta para
pasar un mes en Bruselas, como escritora residente. De esta manera avanzó en el texto de su libro
Agonística, en un entorno muy agradable entre artes escénicas y visuales. Siendo parte de un
entorno ideal para profundizar sobre los desafíos de la creación artística.