¿Hacer filosofía con la niñez?
Por: Fernando Castro Merchán
La filosofía para niños es un enfoque educativo actual, absolutamente fundamental en un contexto social repleto de pantallas. Un enfoque diseñado para ayudar a los niños a desarrollar habilidades de pensamiento crítico, creativo y ético a través del diálogo y la reflexión filosófica
Después caminar por el sendero kañari de antepasados que habitaron, antes de la colonia, las provincias de Azuay, Cañar y parte de Morona Santiago en Ecuador, se puede sentir correr por nuestras Venas abiertas ese sentimiento de culpa y pecado, como lo dijo Eduardo Galeano, cuando vemos esas tierras mágicas llenas compromiso filosófico natural aborigen, con el agua, el fuego, la vegetación y todos los animales, lamentablemente hoy “incineradas vivas” por los incendios forestales causadas por “pirómanos asesinos” y “ordinarios delincuentes”. Reconocer esa herencia ancestral, es una forma de pausar la agitación, la ansiedad, la depresión, el insomnio y las adicciones; todas estas como sinónimo de la pérdida de paz interior en los tiempos actuales.
En ese punto, recuerdo lo que Rojas evoca (2020):
“En el templo de Apolo en Grecia, había una inscripción en su entrada que decía así: nosci se autom, «conócete a ti mismo», que significa dos cosas: conocer las aptitudes, aquellas cosas para las que uno está especialmente dotado, y sacarle el máximo partido” (p. 15).
¿Será que hemos dejado de lado es sentencia? ¿por qué no la incluímos, mediante la filosofía, en el universo infantil? En las escuelas se habla de números, de lenguaje, geografía, historia, cívica, etc, y no tanto de la reflexión sobre el pensamiento en sí mismo.
La filosofía para niños es un enfoque educativo actual, absolutamente fundamental en un contexto social repleto de pantallas. Un enfoque diseñado para ayudar a los niños a desarrollar habilidades de pensamiento crítico, creativo y ético a través del diálogo y la reflexión filosófica. Desarrollado en los años 70 por el filósofo y educador Matthew Lipman, quien sostenía que los niños y niñas son capaces de pensar de manera profunda y que la filosofía es una herramienta poderosa.
Como lo dice Ezcurdia (2008) “nos muestra filósofos que, al preguntar, daban lugar a debates y discusiones sobre cómo era el mundo mismo” (p. 7). Y este mundo ¿Cómo es para los niños, niñas y adolescentes? Seguramente con matices de soledad, tintes de migración, sobras de violencia, contrastes de adicción a videojuegos, aroma a dependencia extrema a dispositivos tecnológicos de la información, a los sinsabores, a youtubers, influencers. Para contrarrestar este escenario cuasi “apocalíptico” se puede activar en la praxis: Diálogo filosófico, habilidades de pensamiento crítico, desarrollo ético y moral, creatividad y comunidades infantiles de investigación. Presentando los siguientes beneficios para los estudiantes como: Mejora de las habilidades de comunicación, fomento del pensamiento independiente, desarrollo de la empatía, preparación para la vida.
La filosofía para niños ya se ha implementado en escuelas, con resultados positivos en términos de desarrollo intelectual, social y emocional. ¿Por qué no realizarlo en nuestro contexto pedagógico? Reflexionar sobre la vida y su propósito es un ejercicio fundamental para que las nuevas generaciones sientan, respiren y palpen la vida y también puedan cuestionarla. La filosofía para niños puede ser una herramienta que haga de la educación algo más que dotación de habilidades, sino construir sentidos de convivencia social.
Fernando Castro Merchán.
Referencias
- Ezcurdia, J. (2008). Filosofando con los niños. Barcos de Papel.
- Rojas, E (2020). Todo lo que tienes que saber sobre la vida. Editorial Planeta.