Más Allá del Verbo: La Poética Radical de Ezra Pound
Por Sebastián Ávila
En su manifiesto del Imagismo, Pound propuso una poesía que prescinde de adornos innecesarios, centrada en la presentación directa de la «cosa». Este enfoque no es solo una técnica estilística, sino una filosofía del lenguaje.
1- La imagen como palabra
Ezra Pound (1985), uno de los poetas más influyentes del siglo XX, transformó el lenguaje poético a través de su innovadora utilización de la imagen. En su búsqueda incansable por captar la esencia de la experiencia humana, Pound nos ofrece un lenguaje que va más allá de las palabras, invitándonos a explorar el mundo a través de imágenes que condensan significado y emoción.
En su manifiesto del Imagismo, Pound propuso una poesía que prescinde de adornos innecesarios, centrada en la presentación directa de la «cosa». Este enfoque no es solo una técnica estilística, sino una filosofía del lenguaje. La imagen, para Pound, no es simplemente una metáfora, sino un acceso directo a la realidad, un medio para capturar lo inefable. Como escribe en su poema: “En una estación del metro”
«La aparición de estos rostros en la multitud;
Pétalos en una rama negra y húmeda» (1912, p. 36)
Aquí, Pound nos presenta una visión momentánea que trasciende la descripción verbal, creando una resonancia emocional que palabras solas no podrían lograr. La imagen de los rostros en el metro se yuxtapone con los pétalos sobre una rama húmeda, una comparación que no explica, sino que ilumina, revelando la esencia de un momento fugaz en la vida urbana.
2- La dialéctica de la historia
En su obra magna, Los Cantos, Pound lleva la experimentación con el lenguaje a su máximo esplendor, tejiendo una red compleja de referencias históricas, culturales y personales. Los Cantos no son solo una epopeya moderna; son un diálogo continuo entre pasado y presente, una exploración de cómo la historia y la cultura influyen en nuestra comprensión del mundo.
Pound se apropia de voces de diferentes épocas y tradiciones, desde la antigua China hasta la Italia renacentista, creando una polifonía que desafía la linealidad y la coherencia tradicionales. Este método dialéctico es esencial para comprender su visión del progreso humano: no como un camino recto, sino como un proceso lleno de tensiones y contradicciones. En el Canto XIII, por ejemplo, Pound invoca a Confucio, no solo como una figura histórica, sino como un ideal ético que contrasta con la corrupción del presente:
“Y los ancianos permanecieron juntos,
Aún tienen a sus propios dioses,
Shao Kung, Ssu-mu, Ssu-Kung,
Mantuvieron firmes los cinco estandartes” (1920, p. 22).
Estas líneas no solo evocan la antigüedad, sino que también subrayan la persistencia de ciertos valores a lo largo del tiempo, sugiriendo que, en medio del caos de la modernidad, hay verdades atemporales que pueden guiarnos.
3- El lenguaje como poder
Para Ezra Pound, el lenguaje no es solo un medio de comunicación, sino una herramienta de poder, un instrumento capaz de construir imperios, justificar guerras y manipular las masas. En Los Cantos, esta idea se despliega con una intensidad particular, explorando cómo las palabras han sido utilizadas históricamente para dar forma a la realidad política y social. Pound comprendió que el lenguaje, al igual que la economía o la fuerza militar, es una estructura fundamental en la creación y perpetuación de las estructuras de poder.
En su poema «Hugh Selwyn Mauberley», Pound reflexiona sobre la alienación del poeta en un mundo dominado por el materialismo y la superficialidad:
«La época exigía una imagen
De su mueca acelerada,
Algo para el escenario moderno,
No, en todo caso, una gracia ática» (1995, p. 34).
Aquí, la «imagen» se convierte en una metáfora de la cultura contemporánea, una cultura que demanda novedad y entretenimiento, pero que ha perdido el contacto con lo auténtico y lo profundo. Este distanciamiento de lo esencial es un tema recurrente en la obra de Pound, quien veía en la modernidad un alejamiento de los valores estéticos y éticos que habían definido a las grandes civilizaciones del pasado.
Pero más allá de la crítica cultural, Pound también ve en el lenguaje una fuerza de resistencia, un medio para recuperar el control sobre nuestra propia narrativa. Aquí es donde la influencia del filósofo Friedrich Nietzsche es palpable. Nietzsche, en su obra Sobre verdad y mentira en sentido extramoral (1873), argumenta que las verdades no son más que metáforas que han sido aceptadas colectivamente, máscaras que ocultan la arbitrariedad del lenguaje. Para Nietzsche, y por extensión para Pound, el lenguaje es un campo de batalla donde se libra la lucha por la definición de la realidad.
Pound, al igual que Nietzsche, desconfía de las verdades absolutas y de las convenciones que se han endurecido en dogmas. En Los Cantos, encontramos una poesía que no busca imponer una visión del mundo, sino que invita a la exploración, a la reinterpretación constante. El lenguaje, entonces, se convierte en un vehículo para la libertad, una herramienta para cuestionar y desmantelar las estructuras opresivas del poder.
Este cuestionamiento es central en el Canto XLV, donde Pound denuncia la usura como una fuerza corruptora que degrada tanto el arte como la humanidad:
«Con usura, ningún hombre tiene una casa de buena piedra,
cada bloque cortado liso y bien ajustado
para que el diseño pueda cubrir su superficie,
con usura
ningún hombre tiene un paraíso pintado en la pared de su iglesia» (1995, p. 25).
En estos versos, la usura simboliza la corrupción de los valores humanos más fundamentales, y el lenguaje poético de Pound se convierte en un medio para resistir esa corrupción, para reivindicar una visión del mundo donde el arte y la vida estén libres de la influencia perniciosa del poder económico.
Además, es interesante notar cómo Pound, influenciado por las ideas de Confucio, que también aparecen en Los Cantos, ve el lenguaje como un medio para restaurar el orden moral. Según Confucio, el correcto uso del lenguaje es esencial para la armonía social; las palabras deben reflejar la realidad y no distorsionarla. Pound adopta esta visión en su búsqueda por un lenguaje poético que sea preciso y que resuene con la verdad, un lenguaje que pueda resistir las distorsiones impuestas por el poder y la avaricia.
Así, en la obra de Pound, el lenguaje es tanto un campo de lucha como un refugio, un lugar donde las palabras pueden ser purificadas de su uso corrupto y donde el poeta puede reclamar el poder de definir la realidad. Su poesía es un acto de resistencia contra la banalización y la manipulación, una afirmación de la capacidad del arte para transformar y redimir.
Ezra Pound, con su innovador uso de la imagen y su enfoque dialéctico de la historia y el lenguaje, nos ofrece una poesía que no solo describe el mundo, sino que lo revela en su complejidad y profundidad. En una época en la que las palabras a menudo se utilizan para simplificar y reducir, la obra de Pound nos recuerda el poder de la poesía para expandir nuestra percepción y para cuestionar las narrativas que nos rodean. Su legado, más que una serie de poemas, es una invitación a mirar más allá de la superficie y a descubrir las verdades ocultas en las palabras y las imágenes.
Sebastián Ávila
Referencias
- Pound, E. (2018). Los Cantos. Sexto piso
- Pound, E. (2015). Hugh Selwyn Mauberley. Jefferson publication
- Pound, E. (1956). Personae: The Collected Poems of Ezra Pound. New directions
- Pound, E. (1995). Cantos. Gallimard.
Imagen tomada de didactalia.com e intervenida digitalmente