Transgrediendo el olvido: voces de mujeres en la historia del pensamiento y la cultura – Estefanía Cárdenas
considero que la voz silenciada que hoy en día necesitamos levantar ya no es solamente el de la filósofa, la cineasta, o la activista, sino también la voz de la niña, la adolescente y la mujer que es igual a muchas otras y parece que no merece ser escuchada.
“La mujer es un animal de cabellos largos y de ideas cortas”. Aún resuena en mi memoria esta frase de Arthur Schopenhauer, recitada por un respetado maestro en las aulas de la Facultad de Filosofía. Escuchar esta sentencia en mis primeros meses de estudiante, poco a poco dejó de molestarme y ahora lo considero como un hallazgo importante: Comprendo sin eufemismos el lugar que nos han adjudicado en el ámbito filosófico y cultural a las mujeres a lo largo de la historia.
Ha sido útil recordar esta sentencia cada vez que hace falta reconocer la importancia de subir el volumen de las voces femeninas en el pensamiento filosófico y cultural. Porque, reconocer estas voces silenciadas no es necesario únicamente para desmentir el papel insignificante que se supone que las mujeres hemos tenido, sino que ilumina un panorama histórico incompleto. Por lo tanto, que los nombres femeninos aparezcan, es fundamental para la construcción de una nueva historia: Una historia basada en la aportación intelectual humana y no una historia basada en el dominio y el silenciamiento.
Aún resuena en mi memoria esta frase de Arthur Schopenhauer, recitada por un respetado maestro en las aulas de la Facultad de Filosofía.
He dedicado para este propósito, un tiempo de investigación, navegando por blogs, revistas de historia en línea, artículos de periódicos, y demás contenido actualizado; puesto que en los libros oficiales de historia las mujeres escasean y su contribución no parece ser muy relevante. Con esta humilde contribución también invito a los lectores a descubrir por su parte, sus propios hallazgos en este tema.
Hace algunos siglos, una mujer formó parte del movimiento de la Ilustración europea, con ideales de inclusión y un aporte interesante a la filosofía racionalista y al feminismo posterior; Mary Astell (1666-1737), quien fue filósofa y escritora, que además contribuyó a la alfabetización y a la educación femenina, derechos considerados únicamente para los hombres de ese entonces.
En un detallado artículo en línea, Enrique Zamorano narra cómo Astell no solo edificó su propio conocimiento, sino que lo puso a disposición para ayudar a salir del estado servil de las demás mujeres, quienes estaban destinadas a guardar sus hogares o confinarse en los conventos, sin posibilidad de construir una vida enriquecida por la lectura y el estudio. En la investigación citada, se detalla cómo Astell desarrolló sus ideas a contracorriente, con una obra considerada bastante escandalosa en aquellos tiempos, puesto que las mujeres eran mal vistas cuando intentaban involucrarse en temas intelectuales.
Astell, en su afán por aprender, pidió a su hermano compartirle lo que aprendía en clases y más adelante pidió a su tío, el anglicano Ralph Astelll, que le guiara y le permitiera tener acceso a la lectura de grandes pensadores europeos de la época. No dejó de aplicarse en los estudios que su tío le permitió adquirir y, sobre todo, le llamó la atención el pensamiento de René Descartes. Astell no se detuvo únicamente en la asimilación saberes, porque escribió sus propios textos sobre la igualdad en las capacidades de reflexión y pensamiento de las mujeres.
Su vida también fue el reflejo de sus ideales, ya que se mudó a Londres y se instaló en el barrio Chelsea, de moda para los intelectuales de la época, en donde se reunió con otras mujeres a quienes no les interesaba depender económicamente de un hombre y que ansiaban estar libres de las tareas domésticas para ser capaces de estudiar, leer y expresarse libremente.
Las mujeres en ese entonces eran ridiculizadas por intelectuales cuando intentaban contribuir con sus ideas en temas de cultura, política o religión, pero para las mujeres desfavorecidas económicamente, la situación era aún más dramática, puesto que sin un hombre que las represente no podían valerse por sí mismas y podían quedarse relegadas en las calles, sin sustento y expuestas a una vida difícil.
Es por esto por lo que Mary Astell encontró una manera de luchar contra esta situación, al financiar y dirigir una Escuela de Caridad para enseñar a leer y escribir a mujeres de escasos recursos, permitiendo que muchas mujeres se emplearan en pequeños oficios y pudieran sostenerse así mismas y a sus familias. Como resultado de una vida de estudios, esta pensadora, escribió una decena de libros acerca de la importancia de la educación de las mujeres, además de libros religiosos, de reflexión histórica y filosofía.
Dentro de sus libros ha trascendido en importancia sobre todo dos publicaciones: A Serious Proposal to the Ladies, for the Advancement of Their True and Greatest Interest (1694) y A Serious Proposal, Part II (1697), en las cuales expone la importancia para las mujeres de buscar la educación y evitar una vida de servidumbre.
A continuación, cito el extracto de la conclusión del primer libro:
¿crees que podrías ser lo suficientemente servido sin ellas? Pero puesto que tales seminarios son considerados apropiados solo para hombres, y que disfrutan de los frutos de Nobles Damas Generosas, que fueron las fundadoras de varios de sus Colegios, ¿por qué no pensamos que tales formas de Educación serían igual de ventajosas para ellas? (Astell, 1697, p. 72).
En estas líneas cuestiona la injusticia de la época, en la que las mujeres ponían su esfuerzo para sostener escuelas y procurar que la educación de los hombres prospere y, sin embargo, ellas mismas no podían asistir a clases ni leer libros.
Además de su aporte intelectual Mary Astell contribuyó a la equidad de género al considerarse una precursora del feminismo británico que devino en movimientos más amplios como el de Las Sufragistas en la década de 1840 y que condujo a su vez a los derechos actuales de las mujeres.
A lo largo de las siguientes décadas, todas estas ideas fueron liberando paulatinamente a las mujeres que ya no se encontraban relegadas a la esfera doméstica. En aquellos momentos se les permitía trabajar, pero aún controladas por un contexto masculino que no veía bien su crecimiento en cierto tipo de proyectos.
Muchas mujeres afortunadas frente a otras, se ganaban la vida como mecanógrafas, secretarias, o asistentes. Una de estas mujeres tuvo que luchar contra los prejuicios de la época y logró convencer a su jefe a incursionar con la en ese entonces naciente industria de la imagen en movimiento. El inicio del cine se da con la proyección del cortometraje La salida de los obreros de la fábrica presentada por los hermanos Lumière en Paris en el inverno de 1895. Y luego con los cortometrajes de fantasía de George Méliès, considerado padre del cine de ficción (Sadurní, 2023). Sin embargo, es poco divulgado que 1896, Alice Guy realiza el primer cortometraje de ficción titulado El Hada de los repollos, tras convencer a su jefe León Gaumont del gran potencial de la naciente industria cinematográfica. Para ello, Alice Guy prometió no dejar de lado su trabajo como secretaria, para que le permitiera contar historias en películas. El resultado de este atrevimiento resultó en el rodaje de cerca de 1000 películas y el nacimiento de una nueva industria (Sadurní, 2023).
Es triste descubrir que, pese a los esfuerzos de esta pionera, su propio jefe no dejó constancia de todo su trabajo por lo que finalmente su nombre desapareció de la historia del cine.
Es triste descubrir que, pese a los esfuerzos de esta pionera, su propio jefe no dejó constancia de todo su trabajo por lo que finalmente su nombre desapareció de la historia del cine. El legado de Alice Guy ha sido rescatado y puesto en evidencia en una investigación actualizada, gracias un documental que narra su historia y contribución en diversas técnicas, tales como la sincronización sonora, la coloración a mano de las películas, y el close-up (Green, 2018).
El documental titulado Be natural: The untold story of Alice Guy-Blanché de 2018, narrado por Jodie Foster y dirigido por Pamela B. Green explica esta historia. Pero las mujeres europeas no fueron las únicas en levantar la voz. En Ecuador, existieron mujeres que hicieron historia con su intelecto y accionar. Sobre todo, llama la atención una mujer que abrió un camino con doble dificultad, primero por ser mujer y además por ser indígena, dos características bastante difíciles en un contexto discriminatorio, esta valiente mujer fue Dolores Cacuango Quillom (1881- 1971).
Me permito en las siguientes líneas apoyarme en el gran artículo del periódico El País, titulado: Dolores Cacuango, la rebelde líder indígena ecuatoriana que luchó por la educación y la tierra, de Ángeles Jurado, en el que se destaca la vida y legado de esta activista ecuatoriana. Nacida un 26 de octubre da las afueras de Cayambe. Fue hija de trabajadores de un huasipungo[1].
Como hija de campesinos, Dolores Cacuango fue negada de toda instrucción y cuidado, ya que, en Ecuador de la época, los indígenas no tenían los derechos básicos de la educación ni de la atención médica. Su destino al nacer ya estaba marcado: la servidumbre y el trabajo duro, no remunerado, no valorado y menos aún respetado. La única oportunidad que encontró para generar ingresos fue viajar a Quito y trabajar como empleada doméstica de una familia de la ciudad, porque si no lo hacía, su destino era el de convertirse en esposa de un hombre al que no había elegido. En Quito se educó de manera autodidacta; primero a leer y luego aprendió a escribir, rodeada por los libros de la biblioteca de sus patrones, en la casa en donde trabajaba.
Se instruyó y asistió a reuniones de líderes de su comunidad, Dolores Cacuango descubrió que la manera en la que dominaban los terratenientes era de mantener a los indígenas en la más completa ignorancia. Al mantenerlos lejos de los libros, se le despojaba una defensa contra las injusticias que recibían. En 1926, lideró un movimiento para oponerse a los que vendieran los terrenos que le pertenecían a su comunidad, y realizó algunos discursos memorables para despertar a su pueblo a que exija el derecho a la educación.
También exigió la inclusión del quechua en las escuelas y batalló por el trabajo invisible de las mujeres indígenas, consideradas sirvientas de las familias acaudaladas. Luchó de manera incesante, hasta que junto con el apoyo de la comunidad en 1945 concretó uno de sus sueños: fundar una escuela indígena bilingüe, y lo hizo al margen del dominante y discriminatorio esquema educativo de ese entonces.
Como hija de campesinos, Dolores Cacuango fue negada de toda instrucción y cuidado, ya que, en Ecuador de la época, los indígenas no tenían los derechos básicos de la educación ni de la atención médica.
Sin embargo, esta admirable iniciativa fue rechazada y no fue reconocida por el Ministerio de Educación de la época, al encontrar que una escuela creada por y para indígenas ponía en peligro al status quo de los poderosos hacendados. Además de esto, se prohibió el quechua en el sistema de enseñanza. Todo ese esfuerzo no fue en vano y la presión por diversas movilizaciones indígenas finalmente resultaron en la aprobación de la Reforma Agraria, que representó cierta protección a los derechos sobre sus tierras. Además, en 1989 el Ministerio de Educación del Ecuador creó la Dirección Indígena Bilingüe Intercultural (Jurado, 2020). Dos derechos fundamentales para los indígenas se concretaron tras largos años de activismo: el derecho a la legitimidad de sus tierras y la educación indígena bilingüe.
Con el pasar de los años, Latinoamérica se convirtió en una zona movilizada por grandes migraciones a causa de las inestabilidades políticas, sociales y económicas. Muchas mujeres llevaron a tierras remotas, su reflexión y sed de igualdad. En este contexto, la escritora mexicana Brenda Navarro (2022), otorga una voz a las mujeres latinoamericanas en el extranjero. De la mano de su valiente novela Ceniza en la Boca, ha destapado una nueva realidad a la que se enfrentan las mujeres: las nuevas formas de dominio e invisibilidad de la mujer migrante trabajadora. En esta novela de enganche inmediato, se narra la realidad de una niña mexicana que permanece junto con sus abuelos a cargo de su hermano menor, para que su madre vaya en búsqueda de la utopía sudamericana recurrente de irse a trabajar al extranjero. Años más tarde, ya adolescente, puede por fin viajar al país que tanto ha idealizado y reencontrarse con su madre, pero el desencanto no tarda en aparecer. Su vida en Madrid es narrada por esta nueva voz femenina, como la gran ciudad en la que los migrantes mexicanos y de América Latina son discriminados.
En esta novela llama la atención que nunca se revela el nombre de la protagonista, porque su importancia radica en ser la hermana del niño varón, o en la hija, o en la niñera de los chicos que cuida, pero con una identidad irrelevante para las sociedades con predominio masculino en las que vive: México y España. He aquí un fragmento bastante decidor acerca del tema de la mujer migrante trabajadora como doble víctima en la novela de Brenda Navarro:
¿Para qué seguir, para qué vivir en una ciudad que lo hacía senir poco bienvenido y ponía todo en su contra?, ¿para qué regresar con mis abuelos y volverse militar?, ¿y luego qué? Sangre, sangre, sangre, sangre y sangre. Para mí irnos de México significaba huir de la violencia que terminó arrasando a mi familia, pero en España nos esperaba otro tipo de violencia, una menos aparatosa pero igual de cruel, en donde te exigen lealtad pero te violentan minuciosamente porque no eres como ellos (Navarro, 2022, p. 149).
Finalmente, considero que la voz silenciada que hoy en día necesitamos levantar ya no es solamente el de la filósofa, la cineasta, o la activista, sino también la voz de la niña, la adolescente y la mujer que es igual a muchas otras y parece que no merece ser escuchada, nombrada o respetada, ya sea por su origen, raza, condición social, o simplemente por el simple hecho de ser mujer.
Estefanía Cárdenas.
Referencias:
- Astell, M. (1697). A Serious Proposal to the Ladies, for the Advancement of Their True and Greatest Interest. Proyecto Gutenberg.
- El País. (2020, 26 de octubre). Dolores Cacuango, la rebelde líder indígena ecuatoriana que luchó por la educación y la tierra. https://elpais.com/sociedad/2020-10-26/dolores-cacuango-la-rebelde-lider-indigena-ecuatoriana-que-lucho-por-la-educacion-y-la-tierra.html
- Green, P. B. (Directora). (2018). Be Natural: The Untold Story of Alice Guy-Blaché. Narrado por Jodie Foster.
- Morlote, A. (1896). El hada de los repollos. Cinema Saturno. https://cinemasaturno.com/cinefilos/primera-pelicula-hecha-por-una-mujer/
- Navarro, B. (2022). Ceniza en la boca. Sexto Piso.
- Sadurní, J. M. (2023, 27 de junio). Alice Guy-Blaché: la pionera olvidada del cine. National Geographic. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/alice-guy-blache-pionera-olvidada-cine_17230
- (2023). Dolores Cacuango. https://es.wikipedia.org/wiki/Dolores_Cacuango
Zamorano, E. (2020, 23 de febrero). Mary Astell: la filósofa feminista del siglo XVII silenciada por la historia. El Confidencial. https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2020-02-23/mary-astell-filosofia-feminista-siglo-xvii-mujer_2461832/
[1] Terreno que les asignaba un terrateniente para que el indígena a cambio de su trabajo así el indígena subsistía junto con su familia, con dependencia total de sus patrones.