Filosofía y literatura: entre la idea y la aventura – Estefanía Cárdenas
podemos apreciar que la literatura filosófica no solo enriquece nuestro conocimiento, sino que también nos permite experimentar las ideas filosóficas de una forma más significativa.
La expresión de ideas filosóficas se da sobre todo mediante la palabra (logos), y esta también nos permite contar historias. Cuando coinciden el pensamiento abstracto y la narrativa, llegamos a un género que relaciona Filosofía y Literatura. Un gran ejemplo de esta combinación es el trabajo de Platón (c. 427-347 a.C.), filósofo griego, quien expresó su filosofía mediante diálogos. De esta manera, no solo transmitió las enseñanzas que le dejó Sócrates, sino que también desarrolló su propia filosofía (Platón, 1988).
Mediante los Diálogos Socráticos, Platón exploró ideas filosóficas a través de las enseñanzas de su apreciado maestro Sócrates, como personaje principal. A través de una estructura dramática, se presentan problemas que son resueltos mediante el método dialéctico, que además es una herramienta pedagógica al involucrar al lector en los razonamientos desarrollados (Platón, 1988).
Al igual que la filosofía se ha beneficiado de la literatura, la literatura también se ha enriquecido de la reflexión filosófica. Conocido como literatura filosófica, se trata de un género de obras narrativas en las que se plantean preguntas, se provocan reflexiones y se descubren conceptos a través de diálogos, personajes, tramas e intertextualidad tomados de la filosofía.
En Europa, un ejemplo de literatura filosófica es sin duda la obra de Umberto Eco (1932-2016), escritor y semiólogo italiano, especialmente con la novela El Nombre de la Rosa (1980), la cual está inscrita en el contexto medieval y se centra en la llegada de Guillermo de Baskerville y Adso de Melk a una abadía benedictina para resolver una serie de misteriosas muertes (Eco, 2012). Alrededor de las vivencias y experiencias de los personajes se dan a conocer los problemas filosóficos, teológicos y sociopolíticos de la época en la que se desarrolla la novela (siglo XIV) (Eco, 2012).
Por ejemplo, la hermenéutica, una disciplina filosófica que se encuentra en el desarrollo de la trama, toma relevancia en la interpretación de un manuscrito filosófico que genera controversia entre los monjes al desafiar las escrituras de la Biblia y poner en peligro la fe cristiana. La interpretación que se da a este libro y a las Sagradas Escrituras toma gran importancia en las acciones que los personajes llevan a cabo. En este sentido, la novela nos aporta no solo una historia intrigante, sino que además vamos a aprender mucho sobre filosofía medieval, teología, lógica e historia.
Otra novela que nos permite aprender no solo de filosofía sino de arte, música, historia, poesía, e incluso nos permite conocer el París de los años sesenta, es Rayuela (1963) de Julio Cortázar (1914-1984). Esta novela entrelaza ideas filosóficas a través de una trama narrativa compleja, reflejando asimismo las influencias del existencialismo filosófico, explorando temas como la búsqueda de sentido en medio de un mundo absurdo y caótico (Cortázar, 2015). La narrativa de Rayuela se presenta en una estructura fragmentada, con varias posibilidades de lectura. La diversidad y caos en que se presentan los capítulos, que a veces son recuerdos, reflexiones, historias e incluso poemas, manifiestan la complejidad de la experiencia existencial de sus personajes. La presencia del jazz, los clubs nocturnos, y el arte de vanguardia presente en las calles. Nos muestra cómo el saber ya no pertenece a una élite, sino que es compartido por estudiantes e intelectuales en las terrazas, las cafeterías: en el París de Cortázar todo el universo intelectual está liberado de las carcelarias bibliotecas y museos. En esta novela se refuerza una ruptura con un paradigma clásico de pensamiento, invitando al lector a cuestionar y explorar múltiples puntos de vista que podemos comprender sin necesidad de ser eruditos.
El existencialismo francés expuso una gran variedad de conceptos y argumentos mediante la literatura, sobre todo resaltan las novelas de Jean-Paul Sartre y Albert Camus como grandes exponentes. En cuanto a sus personajes, se percibe gran influencia del existencialismo, cuando podemos apreciar la incompleta comprensión del mundo por parte de ellos, la búsqueda de libertad, la falta de sentido de la existencia, el sentimiento de angustia, el vacío y también un relativismo moral, temas recurrentes de mencionada corriente, que Jean-Paul Sartre representó al escribir además de ensayos filosóficos, novelas y obras de teatro. En las últimas palabras de la novela La náusea de Jean-Paul Sartre (Sartre, 1938), su personaje principal descubre la importancia del arte, no solo para transmitir conceptos sino para acceder a la conciencia humana y trascender a una existencia más significativa.
Tendría que ser un libro; no sé hacer otra cosa. Pero no un libro de historia; la historia habla de lo que ha existido, un existente jamás puede justificar la existencia de otro existente. (…) Otra clase de libro. No sé muy bien cuál, pero habría que adivinar, detrás de las palabras impresas, detrás de las páginas, algo que no existiera, que estuviera por encima de la existencia. Por ejemplo, una historia que no pueda suceder, una aventura. Tendría que ser bella y dura como el acero, y que avergonzara a la gente de su existencia (Sartre, 1938, p. 150).
Para concluir, podemos apreciar que la literatura filosófica no solo enriquece nuestro conocimiento, sino que también nos permite experimentar las ideas filosóficas de una forma más significativa. La filosofía expresada mediante la literatura tiene la ventaja de otorgar un sentido estético y vivencial a la comprensión de los conceptos que a veces suelen ser difíciles de entender por sí solos. La narrativa, de la mano de los personajes, las tramas y las descripciones, nos permiten comprender mejor las grandes preguntas sobre el mundo, la moral y la existencia humana.
Estefanía Cárdenas.
Referencias
- Eco, U. (2012). El Nombre de la Rosa. La aventura de la historia
- Cortázar, J. (2015). Rayuela. Alfaguara.
- Platón. (1988). Diálogos. Gredos
- Sartre, J.-P. (1938). La naúsea. Época.