La insurrección urgente, filosofía de Rolnik con Preciado

06 Feb

La insurrección urgente, filosofía de Rolnik con Preciado

Por: Emy Daniela Díaz.

 

A partir del pre texto de la insurrección, Preciado nos conecta a su corriente eléctrica, sumergiendo nuestros muslos en el agua fría, para recordarnos que esta mutilación colonial pertenece a una guerra continua que sólo como ficción, encontró la paz en 1945. Si estamos en la última era, como él señala, las filosofías podrían inyectar energía en nuestros cuerpos y así lograr que la oscuridad nos encuentre insurrectos.

 

 

De la urgencia de sentir, como humanos, mientras navegamos un flujo de espasmos y silencios violentos del presente, mientras la sangre y los deseos son licuados para sobrevivir, resulta la necesidad de crear vías de escape o más bien de insurrección.

El contexto actual es tecnofeudal y se ha construido desde hace más de sesenta años, cuando el primer satélite artificial empezó a contaminar el espacio y fortaleció la concentración de poder y de los capitales. Así, en Ecuador se entierran a diario cuerpos que nacieron hipotecados. Al mismo tiempo que los gobernantes de Ecuador y Estados Unidos contaminan la vida, fabricando el ahogo colectivo de los flujos vitales a través de órdenes tecno jurídicas. Según El Diario El Universo (2025), los datos policiales ecuatorianos registran 750 muertes violentas en enero. Y en comparación con los últimos diez años, este mes tiene la cifra más alta de homicidios intencionales.

En este escenario se propone un cóctel de conceptos filosóficos y prácticas, de la filósofa y psicoanalista Suely Rolnik, que con la electricidad de Preciado y la precisión crítica de la filosofía de Guattari, son una bebida para este momento insípido y seco de la historia mundial. Para digerir sin prisa.

Prologando la insurrección de Rolnik, Preciado (2019) configura una advertencia sobre la dominación tecnológica y subjetiva:

 

Si tras el brillo de la plata de Potosí se ocultaba el trabajo exterminador de la mina colonial en el siglo XVI, tras el brillo de las pantallas, se ocultan hoy las formas más extremas de dominación neocolonial, tecnológica y subjetiva. La oscura era del píxel podría ser incluso la última si no logramos inventar nuevas formas de equilibrio entre los mundos del carbono y el silicio, nuevas modalidades de diálogo entre las entidades subjetivas, maquínicas, orgánicas, inmateriales y minerales del planeta. (Preciado, 2019, p.9)

 

A partir del pretexto de la insurrección, Preciado nos conecta a su corriente eléctrica, sumergiendo nuestros muslos en el agua fría, para recordarnos que esta mutilación colonial pertenece a una guerra continua que sólo como ficción, encontró la paz en 1945. Si estamos en la última era, como él señala, las filosofías podrían inyectar energía en nuestros cuerpos y así lograr que la oscuridad nos encuentre insurrectos. Insurrectos y conectados al éxtasis corporal de lo que queda de naturaleza en el mundo.

Según Preciado (2019), Rolnik analiza por medio de su concepto del inconsciente colonial capitalístico en tanto un modelo de identificación subjetiva, las intervenciones críticas y clínicas sobre la actual mutación neoconservadora y nacionalista del régimen financiero neoliberal. Con un horizonte histriónico. En donde, además de compartir la moral, lo que alimenta la alianza de las fuerzas neoliberales y conservadoras es: el inconsciente colonial. Además el autor señala:

 

De ahí que el objetivo de la nueva “caza de brujas neoliberal” sean los colectivos feministas, homosexuales, transexuales, indígenas o negros que encarnan en el imaginario conservador la posibilidad de una auténtica transformación micropolítica. Se dibuja aquí el paisaje de lo que Guattari y Deleuze habían conjeturado como una terrible e insólita encarnación del “fascismo democrático”. Esta es la condición en la que nos encontramos y en la que tenemos que imaginar colectivamente nuevas formas de resistir. (Preciado, 2019, p.11)

 

La caza de brujas a la que se refiere Preciado, es la que golpea a los colectivos. Como estrategia tecnomilitar que también se funda sobre el concepto de individuación. Lo que deviene con la velocidad del fuego material, podría ser la pasión por la muerte. Aquella sobre la que Guattari y Rolnik, nos advirtieron hace 20 años. Guattari y Rolnik (2005) señalan que:

 

Otro nivel aún, es el de la individuación en las relaciones socioeconómicas, la clase social que estamos forzados a asumir. (…) la individuación coteja diversos procesos de integración y normalización. (…) Todo el desarrollo de la filosofía, desde Descartes, y todo el desarrollo de la psicología, desde teóricos como Taine y Wundt, tienden a querer relacionar la subjetividad con una identidad individual, considerando que los conjuntos familiares y sociales serían superestructuras en relación con la subjetividad individuada. Desde mi punto de vista, es esto lo que está en la base de todas las visiones reduccionistas en el campo de la fenomenología y de la psicología. (Guattari y Rolnik, 2005, p.53)

 

En este sentido la subjetividad individuada, produce sujetos coloniales modernos que según Rolnik (2019) son como un zombi que emplea la mayor parte de su energía pulsional para producir su identidad normativa con: angustia, violencia, disociación… es decir el costo que la subjetividad colonial-capitalística debe pagar para mantener su hegemonía. Así, Preciado (2019) asegura que Suely Rolnik en su propuesta filosófica de esferas de la insurrección “hace una cartografía de las prácticas micropolíticas de desestabilización de las formas dominantes de subjetivación” (p.10).

Desde esta experiencia del encuentro de la filosofía y el psicoanálisis como un proceso reflexivo, Rolnik (2019) propone ciertas acciones que podrían cimentar esta insurrección a través de una urgente descolonización del inconsciente. De las diez sugerencias, se nombran tres:

  1. No renunciar al deseo en su ética de afirmación de la vida
  2. No negociar lo innegociable: todo aquello que obstaculiza la afirmación de la vida, en su esencia de potencia de creación.
  3. Practicar el pensamiento en su plena función: indisociablemente ética, estética, política, crítica y clínica. Es decir, re-imaginar el mundo en cada gesto, palabra, relación con el otro (humano y no humano), modo de existir –siempre que la vida así lo exija–. (Rolnik, 2019, p.177)

Así, la reflexión final se orienta a identificar la potencia de la Filosofía cuando se encuentra a través de la experiencia humana y el cuerpo, con el Psicoanálisis. Surgen espacios de creación en una dimensión amplia y colectiva, en el mejor de los casos comunitaria.  Una de las potencias telúricas de la transdisciplina es la insurrección. Y como Preciado defiende, será lo colectivo y comunitario lo que nos permita resistir. Para no caer en la trampa de la soledad e individuación capitalista. También, Suely Rolnik, como filósofa de América del Sur, habita el conflicto en sí misma, detenida y exiliada por el régimen militar brasileño, psicoanalista y profesora en la Universidad de Sao Paulo. Sin duda encarna la insurrección en todas las esferas al trabajar en un sistema colonial: la Universidad. Finalmente, una sugerencia de esta filósofa se orienta a afrontar el desafío de combatir tendencias reactivas en nosotros mismos y no someternos al fantasma del poder.

 

Emy Daniela Díaz. Investigadora. Filosofía, Política y Artes. Profesora en UTPL, Ecuador. Historiadora del Arte de la UASB. Master en Relaciones Internacionales, Diplomacia y Política Exterior del IAEN. Autora del libro: Mujeres de la diáspora ecuatoriana en Génova. Migración, identidad y memoria.

 

Referencias:

 

Imagen tomada de peepandthebigwideworld.com e intervenida digitalmente.

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